Acuicultura, una actividad muy alejada a la sostenibilidad.

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Es cierto que el desarrollo de tecnologías ha facilitado la explotación del mar, lamentablemente hasta el punto en el que se ha superado la capacidad de regeneración del ecosistema marino. Esto ha generado una constante disminución de las toneladas de captura, así como la reducción del tamaño de las especies. El hecho de que el esfuerzo pesquero sobrepase la inversión para la cría de algunas especies en cautiverio, ha facilitado una nueva revolución ganadera: la acuicultura.

La acuicultura ha permitido mantener algunas especies de peces, crustáceos y moluscos a unos niveles relativamente económicos. ¿Pero a qué costos? Al mismo tiempo ha permitido conservar especies altamente cotizadas en el mercado, evitando su escasez. ¿Pero hasta dónde podría el cultivo de estas y otras especies incrementarse? ¿Tendremos que cultivar en mar abierto?

Hasta ahora, el cultivo de especies en jaulas se ha desarrollado en los bordes costeros, donde se toma en cuenta las condiciones de mareas y temperaturas. Sin embargo, esta actividad no está exenta de problemas y hoy en día está bastante alejada del concepto de sostenibilidad. A continuación mencionaré algunos ejemplos:

La acuicultura no ha solucionado el problema de la pesca. ¿Por qué? En la mayoría de los casos la alimentación de los peces se hace con piensos compuestos de harina de pescado. ¿Linda paradoja, no? Si bien es una paradoja, hay especies carnívoras en Europa (salmón, doradas, peces planos, etc.) que deben tener un porcentaje de biomasa animal. Esto hace que sea necesario alimentarlos con piensos fabricados con harina y aceite de pescado, y para obtenerlo hay que seguir pescando. De esta manera solo conseguimos transformar pescado (especies de bajo valor comercial) en pescado (salmón, doradas, atún) pero con una pérdida energética. Sumándole que un tercio de la pesca mundial se dedica a la fabricación de harina para elaborar piensos para peces y ganado.

Otro factor importante que hay que considerar son las enfermedades. Esto se debe a la masificación de los peces en jaulas y esteros. Cabe decir que las enfermedades dentro de las jaulas son cíclicas; por un lado, tenemos peces que mueren por tener carencias nutricionales, canibalismo de peces enfermos, defectos genéticos y un estrés constante que disminuye la respuesta inmunitaria que a su vez conlleva a más enfermedades.

Pensemos ahora en el impacto ambiental, donde no solamente tenemos liberación de especies al medio natural, sino también liberación de efluentes, ya sea la materia orgánica de los piensos no ingeridos o los desechos de las especies. La liberación de especies es el tema más alarmante, pues las especies pueden transmitir enfermedades o ser especies invasoras.

Aspectos negativos hay muchos en cuanto a la acuicultura se refiere, pero no por ser negativos no se pueden tratar. Algunas de las propuestas para hacer más eficiente y sostenible la acuicultura serian: