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Energías renovables en África, ¿una nueva solución al problema?

Es bien sabido que el migrar de los combustibles fósiles a energías más “limpias” (llámese solar, eólica, geotérmica, etc.) tiene beneficios sociales, económicos y sobre todo, medioambientales. Un estudio realizado por el Joint Research Centre (JRC por sus siglas en inglés) calculó el impacto que podrían tener las energías alternas en el continente africano. Sin embargo, estas fuentes de producción limpias tienen una gran desventaja: deben competir con los bajos costos de los combustibles fósiles.[1]

El estudio mostró que en general, las energías solar y eólica podrían ser explotadas con mucha eficiencia para proveer de electricidad a la población, siendo que un panel solar proveería el doble de energía en esta región que uno instalado en Europa central; aunque, tomando como referencia los resultados del estudio, se prevé que plantas hidroeléctricas y de biomasa serían mejores alternativas para ciertas regiones que la solar o eólica.

El estudio del JRC es el mejor ejemplo de que las soluciones a gran escala no siempre son mejores que aquellas que son aplicadas de manera local. Tal es el caso de Angola: políticas generales enfocadas a la producción limpia de energía mediante la quema de biomasa, no obtuvieron buenos resultados. En caso contrario, si se aplicaran programas de implementación por región de plantas hidroeléctricas, se tendrían mejores posibilidades de producción con estas que con plantas térmicas, como lo son las de biomasa.[2]

A pesar de que países al sur de Sahara tienen muchos recursos para su abastecimiento de energía, el bajo consumo eléctrico de la región[3], aunado al bajo crecimiento económico, indica que en la región hay problemas más inmediatos que las fuentes de suministro de energía; los costos de producción limpia de electricidad (incluyendo infraestructura) pueden ser más altos que utilizar generadores a base de diésel ya instalados. Es preferible utilizar recursos económicos en solucionar las problemáticas sociales que aquejan el continente.

Por lo antes mencionado, las políticas implementadas en la década de los ochenta en el África sub-sahariana en materia de provisión de electricidad a la población, no fueron exitosas ya que no mejoraban el acceso de los grupos más desfavorecidos al suministro eléctrico; simplemente se basaban en eficiencia de la producción y reducción de costos de la misma.

Las políticas a gran escala así como aquellas que dejan de lado el ámbito social, no son medidas adecuadas para resolver ninguna problemática; si se pretenden solucionar asuntos humanos, al igual que en África, es indispensable tomar en cuenta el alcance poblacional, ambiental y económico que va a tener el proyecto, política, plan, o como se llame. Eso es el desarrollo sustentable.

Juan Pablo Tello, alumno de 3er semestre de la carrera IDS. Interesado en energías renovables y medios de producción alternativos. Maestro cervecero en proceso y apasionado por la danza.

Contacto: juanpatere@hotmail.com

Referencias

  1. Staff writers, (15 de febrero de 2012). Screening Africa’s renewable energies potential. Energy daily. Recuperado de: http://www.energy-daily.com/reports/Screening_Africa_renewable_energies_potential_999.html

  2. Domingos, J. (2014). O impacto do planeamento do sector de energia eléctrica angolano no processo de integração regional da África austral. Palibrio LLC: Indiana.

  3. Covarrubias, A. (1996). Lending for Electric Power in Sub-Saharan Africa. World Bank Publications: Washington.


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